Cada vez son más las fincas de vecinos que deciden confiar la limpieza de las zonas comunes a una empresa de limpieza en Salamanca ya que esta opción resulta mucho más cómoda para todos los propietarios.

A lo largo de nuestra experiencia como empresa de limpieza en Salamanca, nos hemos dado cuenta de que hay una parte del edificio al que no se le presta la atención que requiere: el ascensor, cuya limpieza debe ser más profunda de lo que puede parecer.

El ascensor de una comunidad es un espacio que utilizan muchas personas a lo largo del día. Manos apoyadas en las zonas de acero inoxidable, pies llenos de barro o dedos sucios que tocan los botones del elevador son sólo un ejemplo de cómo estos lugares pueden convertirse en un foco de suciedad e infecciones importante.

Para realizar la limpieza de un ascensor debemos comenzar por limpiar el espejo en aquellos que lo lleven. Lo normal es que esté lleno de huellas de los usuarios que se apoyan en él. Para limpiarlo utilizaremos un producto específico para espejos y posteriormente le sacaremos brillo con una gamuza que no suelte pelo.

Las partes de acero inoxidable debemos limpiarlas con un paño ligeramente humedecido en una solución de agua y vinagre ya que es la mejor manera de eliminar la grasa que se acumula en estas partes. Después debemos secarlas con un paño seco.

Los botones que presionamos para activar su marcha debemos limpiarlos con un producto desinfectante. No podemos olvidar que son muchas las manos que tocan estos botones, comenzando por los niños que encuentran en el acto de pulsarlos una gran diversión, de ahí que sea necesaria una desinfección periódica.

En Ingrinamar te aconsejamos dejar para el final el suelo del ascensor que suele ser de goma y bastará con fregarlo con una solución de agua y detergente para eliminar los restos de suciedad.