La rehabilitación de edificios en Salamanca, así como en el resto de Europa, es aquella actuación que se realiza sobre un edificio para mejorar su habitabilidad, su seguridad estructural, para protegerla de humedades o para mejorar su eficiencia energética entre otras.

Es en los años sesenta y en Italia más concretamente, debido a su inmenso patrimonio arquitectónico y artístico, donde se comienza a plantear la necesidad de rehabilitar los centros históricos de las ciudades. Existía gran preocupación acerca del estado de conservación de múltiples palacios, iglesias y otros edificios antiguos de mayor o menor importancia histórica, artística y cultural. Llegó a crearse una corriente que abogaba por la restauración y preservación del patrimonio.

El debate se extendería por Europa y llegaría a ampliarse no solo a los grandes edificios históricos y culturales, sino que también se empezó a defender que las edificaciones antiguas de tipo residencial sin demasiada historia detrás también deberían ser rehabilitadas, creándose la figura urbanística del Edificio Protegido. La rehabilitación de edificios en Salamanca bebió de estas corrientes de ideas hasta llegar a lo que hoy vemos en nuestros pueblos y ciudades.

Hoy en día la rehabilitación de edificios atraviesa un cambio profundo que viene expresado en la creación y convocatoria de jornadas de intervención sobre los centros históricos; una forma por parte de los profesionales para buscar apoyos a la hora de legitimar las intervenciones locales.

Es con la rehabilitación de los centros urbanos con lo que se busca un equilibrio entre la recuperación de la imagen del propio centro, así como la mejora del bienestar de los propios residentes de este centro. En este sentido, podríamos decir que no se rehabilita solo la vivienda, sino que se rehabilita el modo de habitar.

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