La rehabilitación de edificios en Salamanca puede llevarse a cabo por necesidad imperiosa o, simplemente, por querer cambiar el aspecto del edificio y darle un aire más moderno y aseado. En ambos casos seguro que la cara exterior del inmueble ha sufrido el desgaste propio del paso del tiempo y exige una reforma.

Como hemos comentado los años afectan a las fachadas degradando sus materiales. Asimismo, los agentes externos como la lluvia, la contaminación y el sol perjudican y ensucian los edificios. Por todas estas causas es importante renovar su aspecto para sanearlos y mejorar las condiciones de seguridad.

A la hora de llevar a cabo la rehabilitación de edificios en Salamanca hay que tener en cuenta distintos aspectos antes de empezar a trabajar. Debemos fijarnos en si los muros tienen fisuras o material desprendido. En caso afirmativo será necesario aplicar un revestimiento texturado para conseguir un acabado similar al que tenía el inmueble cuando se construyó.

Otro punto importante afecta a la pintura de las fachadas. Si queremos un resultado óptimo que nos asegure una larga duración, hay que elegir un producto de calidad adecuada para exteriores. No podemos optar por productos para interiores, pues o no son aptos o no protegen adecuadamente de la humedad y se decoloran con mayor facilidad.

Por último, no debemos olvidarnos de los balcones, fundamentales para que un inmueble luzca brillante y saneado. Tendremos que fijarnos en los materiales en los que están hechos, qué pintura requieren, etc.

En Ingrinamar, como expertos en reparación de fachadas, ofrecemos un servicio integral y profesional que también incluye la limpieza e impermeabilización. Para esta segunda tarea usamos lacas especiales encima de la pintura una vez esté seca. Dicho trabajo resulta imprescindible en las ciudades y pueblos con mucha humedad y ubicadas en lugares cercanos al mar.